La mujer ha sido importante en el desarrollo y evolución del fútbol hasta nuestros días. En 1892, en la ciudad de Glasgow, Escocia, se registró el primer partido de fútbol entre mujeres.
El documento más conocido acerca de los comienzos del fútbol femenino datan de 1894 cuando Netty Honeyball una activista de los derechos de la mujer, fundó el primer club deportivo denominado British Ladies Football Club. Honeyball, convencida de su causa declaró que con esto quería demostrar que la mujer podía lograr emanciparse y tener un lugar importante en la sociedad que por entonces excluía a muchas mujeres.
La Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino en Inglaterra. Debido a que muchos hombres salieron al campo de batalla, la mujer se introdujo masivamente en la fuerza laboral. Muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese entonces eran privilegio de los varones.
Cuando finalizó la guerra la 'Football Association' (FA) no reconoció este deporte a pesar de la influencia que había tenido. Se creo una asociación para reconocer los derechos de la mujer en este deporte que incluso llegaron a jugar en canchas de rugby ya que FA solo intentaba boicotearlas.
No fue hasta 1969 cuando se decidió reincorporarlas. En 1971, la UEFA encargó a sus respectivos asociados la gestión y fomento del fútbol femenino hecho que se consolidó en los siguientes años.
En España a día de hoy el futbol femenino está bastante más desarrollado con la creación de ligas europeas y la liga Iberdrola e incluso cediendo estadios gigantes como han sido el Wanda Metropolitano el cual hace 2 años acogió mas de 60.000 personas todo un récord mundial en la historia del deporte femenino.
Si bien es cierto este deporte cuenta con muchos más apoyos de sus federación aunque no hay que olvidar que queda mucho recorrido por delante.
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